¿INICIAR MI NEGOCIO DE UNA VEZ, O PLANEAR HASTA EL ÚLTIMO DETALLE?

Una de las principales preocupaciones que comparten casi todos los emprendedores, es la necesidad de generar ingresos en un período corto de tiempo, porque mientras éste transcurre, surgen más gastos inesperados y las presiones económicas aumentan.

Esto los puede obligar a tomar decisiones y acciones apresuradas sin pensar a profundidad en las posibles consecuencias de cometer errores que pudieran llegar a afectar a futuro su empresa por completo.

Por otro lado, prolongar demasiado un proyecto puede crear altas expectativas , que si no se cumplen en un tiempo establecido pueden desanimar por completo a los mismos emprendedores, a sus posibles clientes,  a sus posibles socios o,  a sus posibles inversionistas.

Hay quienes sugieren echar a andar un negocio con los conocimientos y herramientas que se tengan al alcance e ir haciendo planes estratégicos bajo la marcha, perfeccionando detalles, y corrigiendo fallas en el camino, a fin de generar ganancias rápidamente.

Otros recomiendan llevar a cabo un plan de negocios bien estructurado que comprenda estrategias financieras, estudio de mercado, análisis de la competencia, cultura organizacional, logística de ventas y atención al cliente, etc. con las que se puedan minimizar riesgos antes de precipitarse a iniciar operaciones; con el objeto de construir un negocio sólido que pueda perdurar a los cambio

Cada una de estos escenarios tiene sus ventajas y desventajas:

NEGOCIO DE INICIO RÁPIDO.

VENTAJAS DE NEGOCIO DE INICIO RÁPIDO.

  • Se aprovecha el tiempo en conseguir clientes y ganar dinero desde el comienzo. (toman acción)
  • Se conocen mejor las ventajas y cualidades reales del negocio estando en operaciones
  • Se adquiere práctica y experiencia sobre el comportamiento de los clientes bajo la marcha y se pueden implementar estrategias con mayor facilidad.
  • Son más flexibles y abiertos a buscar nuevas formas de apalancamiento que aceleren el crecimiento del negocio .
  • Pueden adaptarse con mayor facilidad a las necesidades, tendencias, gustos y modas aunque sean temporales o cambiantes.
  • Hay mayor disponibilidad para implementar nuevas ideas
  • Pueden posicionar su producto o servicio, más rápido que la competencia, y ocupar el primer lugar en la mente de los consumidores, demostrando sus ventajas a través de una marca.

DESVENTAJAS DE NEGOCIOS DE INICIO RÁPIDO:

  • La falta de previsión financiera y legal puede ocasionar problemas graves que pongan en riesgo la continuidad del negocio.
  • Al hacer cambios constantes, se puede perder con facilidad el compromiso con la idea original del negocio si no se tiene claro.
  • Mayor gasto de tiempo, dinero y esfuerzo experimentando en cambios (ensayo-error).
  • Escoger socios o aliados de forma apresurada, puede ser arriesgado para el negocio.
  • Los empleados quizá no tengan tiempo suficiente como para capacitarse a fondo sobre las ventajas y beneficios del producto o servicio, lo cual influirá negativamente en la decisión de compra del cliente.
  • La falta de orden en el negocio, se va cimentando con el tiempo; y si no se corrige desde el inicio, personal a futuro adoptará cualquier mal hábito o círculo vicioso.
  • En la prisa por comenzar pueden olvidarse de los elementos más importantes que una marca debe contener que son la distintividad frente a su competencia, y los derechos exclusivos que sólo se consiguen mediante el registro; así que al utilizarla sin registro,
    corren el riesgo de que su marca sea robada o imitada, o peor aún, de tener que cambiar de marca, si posteriormente descubren que la que han estado utilizando es idéntica a o similar a una ya registrada previamente que puede derivar en serias consecuencias legales.

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NEGOCIO PLANEADO CON TIEMPO

VENTAJAS DE NEGOCIO PLANEADO CON TIEMPO:

  • Se aprovecha el tiempo en estructurar un negocio sólido que cubra las posibilidades de escenarios adversos.
  • Se pueden definir objetivos específicos si se establecen misión, visión valores así como   los medios para cumplirlos.
  • Un negocio bien planeado en todas sus áreas puede ahorrar tiempo, dinero y esfuerzo cuando contempla los riesgos posibles.
  • Se puede seleccionar mejor a los socios o aliados si se estudian sus perfiles con anticipación.
  • El conocimiento sobre el producto o servicio, así como la capacitación ofrece seguridad en el proceso de ventas, y transmite confianza al cliente, lo que puede traducirse en un aumento significativo en ganancias.
  • Una buena cultura organizacional así como código de conducta, manual de operaciones, manual de procedimientos, políticas internas de la empresa, etc, encuadran la identidad corporativa y los lineamientos que se pretenden entre el equipo de trabajo y los socios.
  • Se pueden planear mejores estrategias de construcción y posicionamiento de marca así como la segmentación del público al que el negocio irá dirigido.
  • Se puede tener mayor claridad sobre las posibilidades de registro de marca a través de una minuciosa búsqueda fonética y diseño.

Se pueden   realizar todos los trámites legales correspondientes para que el negocio comience con la exclusividad sobre la marca deseada y esto permita comercializar su producto o servicio libremente en el mercado.

DESVENTAJAS DE NEGOCIOS PLANEADOS CON TIEMPO:

  • Las ganancias no pueden reflejarse a corto plazo, y no se pueden conocer realmente hasta que comiencen las operaciones.
  • Las ventajas sobre la competencia serán ciertas hasta el momento en que las reconozca el cliente como tales y no sobre especulaciones.
  • La práctica y la experiencia comenzarán hasta que el negocio comience a funcionar.
  • Si las estrategias fallan, se debe rediseñar el plan de negocios total o parcialmente.
  • Entre más inversión de tiempo, dinero y esfuerzo exista en la planeación del negocio; será más complejo y selectivo el proceso de aceptación de socios y aliados.
  • Si tarda demasiado el lanzamiento del producto o servicio, puede que ya no sea funcional, haya cambiado la tecnología, o pase de moda
  • Cuesta más trabajo experimentar ideas nuevas en proyectos de negocios demasiado rígidos en el desarrollo de objetivos muy concretos.
  • Entre más pase el tiempo para definir el concepto de marca, más tiempo tardarán en conseguir el registro, y puede ser que cuando lo obtengan, ya existan otros ofreciendo las mismas ventajas para los mismos productos o servicios.

Para determinar el tiempo que te puede tomar iniciar tú negocio debes de tener en cuenta varios factores, como por ejemplo:

1) Tu mentalidad y motivación (la confianza, seguridad y la paciencia que tengas para comenzar)

2) Los conocimientos y experiencia previos con los que cuentes sobre el producto o servicio que piensas ofrecer.

3) Tus circunstancias familiares y sociales (la comprensión y apoyo por parte de la gente que te rodea)

4) Tu habilidad y experiencia para vender y dar atención a los cliente.

5) Tu nivel de resiliencia (capacidad de reponerse a situaciones adversas).

6) Tu personalidad y capacidad de relacionarte.

7) La personalidad, gustos, tendencias, modas o condiciones socioeconómicas-culturales del público al que piensas dirigirte. ( el tiempo para desarrollar estrategias también depende del nivel de exigencia de un producto o servicio).

8) La complejidad técnica del modelo de negocio, (no es lo mismo poner en marcha un puesto de donas, que una agencia de viajes).

9) Si necesitas cumplir con requisitos legales (permisos sanitarios, notariales, de relaciones exteriores, fiscales, de Propiedad Intelectual, etc).

10) Si estás solo/a;  tienes socios, o un equipo de trabajo en el que se dividan las responsabilidades.

11) Si necesitas o no de una gran inversión. Si el negocio tiene posibilidades de empezar con pocos recursos y por ti mismo, en tu casa. O necesariamente tienes que contratar personal y tener un lugar de oficina o establecimiento.

12) Si tu presupuesto te permite contratar a profesionales en el área legal, financiera, de marketing, de diseño, etc. estarás en posibilidades de acelerar el comienzo.

Algunos critican o se preocupan por quienes comienzan de inmediato un negocio, pensando en que se están arriesgando sin medir las consecuencias.

Otros critican o se preocupan por quienes se toman un tiempo largo para planear su negocio, pensando en que están dando largas y poniendo pretextos para comenzar.

Lo cierto es que:

a) Cuando alguien tiene éxito ya sea iniciando rápido o tomando un tiempo en la planeación no falta quien diga: “te lo dije, yo sabía que te iba a ir bien”.

Y cuando alguien fracasa tampoco falta quien diga: “te lo dije: yo sabía que no te podía ir bien”.

b) Los riesgos siempre van a existir en cualquier tipo de negocio (de hecho no existe emprendedor que no corra riesgos).

La diferencia entre unos y otros será en su capacidad de reponerse de un fracaso, a lo cual todos estamos expuestos.

Planear, sin duda tiene la ventaja de contemplar soluciones a posibles imprevistos; iniciar rápido tiene la ventaja de conocer el terreno de cerca y la justa dimensión de los problemas cotidianos.

c) El tiempo transcurre a la misma velocidad para cualquier emprendedor, pero las necesidades y las presiones personales, económicas,  familiares, sociales, etc; obligan a unos a actuar más aprisa que otros.

La intención de conseguir ganancias en dinero, es evidentemente la finalidad de cualquier negocio.

Sin embargo unos valoran más que otros el reconocimiento y la preferencia del público sobre su empresa (la calidad de sus productos o servicios), y habrá otros que simplemente prefieren la lana dejando de lado cualquier otra consideración.

Por un lado quienes inician rápido deben de tomarse un tiempo en procurar que lo que ofrezcan verdaderamente represente un beneficio para sus clientes; y los que hacen un plan, deben de tomarse un tiempo para empezar a generar prospectos de clientes, hacer la conversión y lograr el cierre de ventas para obtener ganancias.

El éxito puede darse en cualquiera de los casos.

Dependerá en mayor medida del compromiso que tenga el emprendedor con su negocio y sus expectativas de crecimiento.

El que inicia rápido debe tener la capacidad de corregir errores a tiempo y el que planea debe también aceptar cuando alguna estrategia no está funcionando y saberse desapegar a tiempo de ella.

Irse a los extremos en cualquiera de las dos posibilidades puede ser fatal.

Tanto arrancar un negocio sin tener claro lo que se desea y sin haber hecho un análisis de los requisitos indispensables para su mantenimiento; así como excederse en el tiempo para buscar la perfección, la cual siendo realistas nunca existirá al 100%.

Tarde o temprano se deberá tomar acción, y entre más tarde se comience, se pueden debilitar los ánimos originales y además existe mayor el riesgo de ser rebasado por la competencia.

Ninguno de los negocios más exitosos, comenzó planeado como los conocemos actualmente, sino que surgieron como una idea puesta en marcha, que  con el tiempo supo descifrar los gustos o necesidades de su público, sabiéndose adaptar a los cambios generacionales.

 En conclusión, el negocio ideal  tendría que reunir en un mismo concepto, las ventajas señaladas en los cuadros relativos en los dos casos , y por supuesto hacer  lo posible por no caer en las desventajas señaladas en los cuadros correspondientes.

Sin embargo,  es muy difícil que al mismo tiempo se pueda atender eficazmente un negocio, mientras se lleva a cabo una buena planeación, ¿Es imposible? No, es posible, y de hecho los más grandes negocios se han formado con esa combinación de ventajas, lógicamente cuando se van entendiendo mejor los elementos que se necesitan para organizar la estructura del negocio es más fácil conseguir los objetivos, es como trabajar y estudiar al mismo tiempo de una misma área.

Lo más importante es no precipitarse sin tener un plan, y tampoco excederse en un tiempo largo sin generar ninguna ganancia.

Como mencionamos anteriormente los elementos clave para que un negocio llegue al éxito no importa si inicia rápidamente o si toma un tiempo razonable para empezar, son entre ellos: la capacidad del emprendedor de tener claridad en lo que desea; saber tomar acción en el momento preciso; resistir a cambios; saber reconocer y desapegarse de lo que no funciona; así como el poder de levantarse de caídas.