En México, cada vez surgen más y más negocios locales nuevos que inundan calles y avenidas.

Esto no significa que la economía nacional este mejorando, sino que la falta de oportunidades y buenos ingresos ha orillado a que mucha gente se arriesgue a convertir total o parcialmente sus propiedades en giros comerciales o probar suerte en actividades empresariales, en vez de esperar a conseguir un trabajo, que en la mayoría de los casos, son mal remunerados.

Lo que antes eran casas dentro de zonas habitacionales, se están transformando en: guarderías, planchadurías, tiendas de abarrotes, estéticas, boutiques, tiendas de disfraces, de artículos para fiestas, negocios de comida para llevar, pequeños restaurantes-cafeterías, agencias de viajes, clínicas médicas o dentales, tiendas de productos para fiestas infantiles, escuelas de idiomas, de regularización de materias, sexshops, tiendas gourmet, de accesorios para tablets y celulares, etc.

Los sitios que antes eran terrenos baldíos ahora son lavados de autos, estacionamientos públicos o plazas comerciales.

Calles y avenidas completas son ahora corredores de negocios grandes y pequeños.

Las tendencias y estilos han cambiado y con ello han surgido, de algunos años a la fecha, una nueva generación de negocios, dedicados a mejorar la salud física y espiritual como el Yoga Hatha, Bikram, ashtanga, etc.

Existen también terapias alternativas como las constelaciones familares, psicoterapia individual, de parejas, de familia, de grupos, etc.

Otros nuevos negocios como salud corporal integral o de belleza como spas, clínicas de masajes, depilaciones, ozonoterapia, control y reducción de peso, etc.

Otros se dedican a ofrecer comidas y bebidas orgánicas a un público que no consume productos derivados de algún animal o que rechaza el consumo de productos transgénicos, quienes prefieren la comida vegana o crudivegana.

Algunos aprovechan la tendencia por el gusto hacia los productos artesanales y producen: alimentos, yogurts, helados, cervezas y bebidas alcohólicas, etc,

Otras empresas se dedican a la motivación, al coaching en liderazgo, a la asesoría en imagen personal, y para mencionar otro grupo importante es el de las nuevas empresas y freelancers que trabajan en oficinas o realizan home office y se dedican al desarrollo de conceptos creativos como el diseño de productos, diseño web, marketing, publicidad, tecnologías en aplicaciones y bases de datos, posicionamiento en redes sociales y buscadores de internet, ventas online, etc.

En fin, así podríamos mencionar cientos de tipos de actividades comerciales que están expandiéndose a nivel nacional y por consecuencia, al público consumidor le cuesta más trabajo saber cuál de todas las opciones le conviene más.

Algunos negocios tienen más posibilidades y ventajas que otros de acuerdo a la preparación, experiencia, recursos económicos y la actualización de sus dueños emprendedores, a la ubicación en que se encuentran, etc., sin embargo, todos están obligados a destacarse, frente a sus competidores que ofrecen el mismo o similar producto o servicio dentro del mercado si quieren lograr obtener la preferencia de sus clientes prospecto.

De acuerdo a la estadística el 85% de los nuevos negocios, cerrará en menos de dos años de haber iniciado operaciones y esta consecuencia no siempre se debe a la mala suerte.

La expectativa de varios emprendedores nuevos es obtener ganancias a de forma inmediata, pero una buena parte de ellos no lleva a cabo una planeación previa que tome en cuenta diversos elementos básicos que debe incluir cualquier empresa que pretenda resistir a los cambios y  lograr el crecimiento a futuro tales como: cultura organizacional, misión, visión, valores, objetivos, proyección financiera, análisis de mercado, análisis de competencia, segmentación de cliente potencial, dominio del producto o servicio, técnicas de ventas y servicio al cliente, canales de promoción y distribución, etc.

Sobre todo el espíritu de servir a otros:  poder resolver un problema o generar un placer.

Si eres dueño de un negocio, ya seas persona moral (empresa) o persona física , y pretendes algún día tener más que un negocio local de autoempleo; llegar a otros niveles de éxito comercial con posibilidad de comercializar tus productos o servicios por cualquier parte del país; o, de abrir sucursales o franquicias; además de reunir la mayor cantidad de elementos mencionados anteriormente, necesitarás forzosamente contar con una MARCA, que sea lo suficiente distintiva y original para diferenciarte de tu competencia, y para lograr obtener tu registro en el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI).

De una cantidad considerable y aleatoria de nuevos emprendedores con los que hemos tenido la oportunidad de platicar, notamos que existen distintas percepciones en relación a la importancia sobre su marca
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a) LOS QUE TIENEN LA CONVICCIÓN DE CREAR EN UNA GRAN EMPRESA.

Tienen visión sobre su negocio, creen en el valor del producto o servicio que ofrecen y lo conocen bien; han trabajado mucho en un proyecto de negocios y por lo tanto saben que no se pueden arriesgar a utilizar una marca sin registro o poco distintiva frente a su competencia, saben que vale la pena invertir en servicios de profesionales con experiencia que los puedan ayudar de forma cómoda y segura, a obtener el registro de su marca; ya que finalmente se recuperará el gasto, y el valor de ésta incrementará exponencialmente durante los 10 años de su vigencia.

Estos emprendedores, están abiertos a escuchar propuestas de expertos en la materia con tal de lograr obtener un registro que les dé seguridad comercial, por lo que se reservan los gastos de publicidad hasta saberse titulares de la misma.

En general, comprenden que una marca original y exclusiva es fundamental para el crecimiento de su empresa.b


b) LOS QUE CONSIDERAN LA MARCA COMO UN ADORNO DE MERA FORMALIDAD

Desconocen los beneficios de tener una marca registrada y peor aún, desconocen los riesgos que implica utilizar una marca sin registro.

Los emprendedores que pertenecen a este grupo, son desafortunadamente la mayoría.

Toman poco tiempo para pensar en el nombre de su marca y obviamente no se preocupan en principio por saber si existe otra idéntica o similar previamente registrada y ni siquiera lo investigan en buscadores de internet.

Contratan a diseñadores o incluso ellos mismos crean su diseño e inmediatamente imprimen material publicitario, crean su pagina web o redes sociales; constituyen una empresa con ese nombre, o en fin, hacen un gasto considerable de tiempo, dinero y esfuerzo antes de asegurarse de que el registro de marca sea posible; y una vez  que inician operaciones, se confían y empiezan una campaña de publicidad  entre sus clientes, etc.

Muchos de ellos, cuando desean expandirse en el mercado, solicitan el registro y se dan cuenta que tienen un impedimento legal para obtenerlo.

Cuando esto sucede, la única solución tarde o temprano es desprenderse de su idea, crear otra marca, solicitarla, esperar a que sea concedida y volver a gastar tiempo, dinero y esfuerzo en posicionar desde el principio una nueva propuesta.


c) LOS QUE TIENEN UNA MARCA REGISTRADA, QUE NO ENGANCHA A SUS CLIENTES PROSPECTO.

Como insistimos constantemente, la marca debe ser original y distintiva, y esto lo recalco porque no es suficiente que las autoridades te otorguen el registro de marca, no es una fórmula mágica para que consideres que tendrás éxito en el mercado y alcanzarás a tus clientes potenciales.

El IMPI concede cientos de registros a diario por el simple hecho de que no existe un impedimento legal para otorgarlos, pero a las autoridades no les corresponde determinar si la marca concedida tiene los suficientes elementos comerciales que puedan lograr la atracción, gancho, impacto, simpatía, preferencia, emoción hacía el público al que se dirigen en el mercado.

Un error bastante frecuente que notamos, es que las empresas piensan de adentro para fuera, de forma individual, unilateral sin ponerse en los zapatos del consumidor y sin considerar elementos básicos como que la marca debe ser corta, pronunciable, memorizable, evocativa y sobre todo agradable.

La marca no debe ser considerada por los emprendedores solo como un medio de presentación, o el simple nombre de una empresa, producto o servicio.

Es de lo más común que alguien te entregue la tarjeta de su empresa y ésta se llame:

  • Comercializadora X;
  • X soluciones
  • X creativos
  • X Consulting
  • X materiales
  • X innovaciones
  • X y Asociados, etc .

Hay tantas marcas que pertenecen a una misma clase y en su denominación comparten las mismas palabras genéricas, que con toda seguridad si la palabra X, no tiene un significado importante que pueda ser percibido por el público, a pesar de que la marca cuente con registro, la diferencia será nula o pobre, y la consecuencia es que no se pueda transmitir un beneficio principal y fundamental para que los consumidores adquieran la marca.

Entre más difícil sea para el público diferenciar una marca entre las de la competencia, mayor será el gasto que se deba realizar en tratar de posicionarla.

Debemos recordar como consumidores, que lo que se vende es la marca y no el producto o servicio.

Los productos son los que elaboran los artesanos, maquiladores o trabajadores, empleados, etc. quienes cobran una cantidad inferior por producirlos.

La marca es el valor agregado a esos productos o servicios que representa para el público su calidad, prestigio, experiencia, distinción, exclusividad, comodidad, personalidad, pertenencia, seguridad, presencia, higiene, o cualquiera otra cualidad o ventaja que pueda ser percibida.

 Los clientes pagan por ese valor, por lo que su precio puede diferenciarse por mucho al costo de producción.

Eso mismo, es lo que debes pretender alcanzar con tu marca.

Comunicar, atraer, fidelizar, enamorar, a tus clientes, socios y equipo de trabajo.

Crear una marca atractiva implica toda una estrategia de branding (todos los elementos que vinculan emocionalmente a una marca con sus clientes desde la etapa de construcción, su posicionamiento y su evolución).

Esta información la desconoce el emprendedor promedio, pero son el pan de cada día para un gran número de diseñadores, mercadólogos y publicistas que trabajan en el desarrollo y estrategias de estos conceptos; por lo que te conviene, de acuerdo a tus posibilidades, asesorarte de un experto en éstas áreas creativas.

Sólo tienes que tomar en cuenta que ellos, no tienen los conocimientos legales para analizar las posibilidades de que obtengas tu registro de acuerdo a las leyes y criterios de la autoridad, para ello te conviene acercarte a un especialista en la materia.

No hay que perder jamás de vista que el propósito principal de una marca es transmitir la diferencia que existe entre ésta y su competencia en el mercado.

Al crear una marca hay que pensar principalmente en el segmento de mercado al que ira dirigida y en cómo será percibida.

Habrá personas y empresas que consideren que no necesiten de una marca, o de estrategias para posicionarla; incluso habrá algunas que ni siquiera les interese obtener el registro porque consideran que así les va muy bien, pero nunca hay que confiarse, porque en el IMPI hay montañas de expedientes en litigio, de muchos que pensaban lo mismo y que pudieron haberse ahorrado mucho dinero, tiempo y esfuerzo desde un principio.

Debes saber es que la marca, por excelencia es el medio para:

  • Diferenciar a tu producto o tu servicio de otros de su misma especie o clase en el mercado.
  • Representar la calidad, autenticidad y valor, de tus productos o servicios.
  • Comunicar la personalidad e identidad de tu negocio a tus consumidores, empleados, socios, proveedores o inversionistas. (Quién eres, que haces, como lo haces, tus misión, visión, valores).
  • Posicionarla en la mente de tus consumidores como la primera y mejor opción en el mercado resaltando sus mayores cualidades, ventajas y beneficios. (¿Qué te distingue de tu competencia?, ¿qué solucionas?).
  • Crear vínculos emocionales que impacten en tu público a través de experiencias positivas, que consigan su preferencia, lealtad y recomendación de boca en boca.

Tu marca registrada te da los siguientes beneficios:

  • Puedes comercializarla y publicitarla libremente por toda la República.
  • La ley te protege frente a aquellos que intenten robarla o imitarla.
  • Tienes la certeza de que no afectas los derechos de terceros.
  • Forma parte del capital de tu empresa como activo intangible (cuantificable).
  • Puedes obtener buenas ganancias otorgando licencias o franquicias para que otros la utilicen
  • En cualquier momento puedes venderla en un precio mucho más elevado del que te costó conseguirla.
  • Cumples con el requisito para obtener diferentes contratos como los de consignación, franquicias, regulación sanitaria, financiamientos, licitaciones , etc.
  • Impide que otros soliciten el registro posteriormente.
  • Tus productos y servicios son percibidos como de mayor calidad y confianza para tus clientes. (lo cual se traduce en aumento de ventas).
  • Contribuyes a la economía formal y demuestras seriedad y compromiso hacia tu negocio.

Gran parte del éxito de las grandes empresas radica en que han sabido explotar su marca correctamente en el mercado.

Algunas de estas marcas incluso pueden llegar a valer más que toda la infraestructura que hay detrás, propiedades y capital juntos.

La marca determina las estrategias de marketing y publicidad que irán dirigidas a tus clientes potenciales.

Así que considera que el gasto que realices por conseguir el registro de una marca original y distintiva, es definitivamente una inversión mínima para tu negocio.

 No minimices sus alcances y piensa como puedes hacerla crecer en 10 años que es lo que dura la vigencia del registro; y pasado este tiempo, podrás renovarla o presentar un concepto revitalizado de la misma.

Si necesitas claridad, comodidad y certeza jurídica para obtener el registro de tu marca sin riesgos, puedes visitar www.redermark.com donde abogados expertos podrán ayudarte con gusto.

Texto escrito por: Miguel Arredondo